Iwao Iwata (1974-)
Jovencísimo ilustrador especializado en dibujar bestias
hipermusculadas a las que no les cabe la ropa. A nuestro país (si no me
equivoco) no ha llegado nada de su obra, puede porque se parece demasiado al
trabajo de otros de sus colegas. Pornografía en sus dibujos, cero, sólo
posados.
Jiraiya. (1967-)
Sin duda la edición de alguno de sus álbumes por estas
tierras lo han convertido en el más famoso. Hombres rotundos, unas veces
peludos y otras de músculos brillantes. Unas veces con apariencia oriental y
otra más occidental, unas veces más realista y otras más cómico.
Fuera del armario públicamente (ojo que esto en Japón tiene
su mérito) se ha convertido en una de los creadores más reconocibles por el
público no especializado. En sus cómics abunda la dominación soft y unas pollas
como garrotes de pelea,
Kenya Shimizu (1976-)
Chavalín que empezó en el 2000 y se hizo famoso por su serie
sobre los samuráis, jóvenes desnudos, tatuadísimos de colores rotundos. A mí me
fallan un poco las caras, por eso prefiero ponerte esta alucinante en la que el
niño está de espaldas.
Go Mishima (1924 – 1988)
El bueno de Go es un pionero porque empezó a publicar
ilustraciones claramente gays a principios de los setenta. Murió alcoholizado y
demasiado pronto para que se reconociera su mérito.
Cómo la mayoría de sus compañeros disfruta dibujando
bondage y dominaciones varias. Sus tipos son japoneses claramente, no como pasa
en otras ramas de la ilustración japonesa, que se pirran porque parezcan occidentales.
Tatsuji Okawa (1904-1994)
Como ocurre con
otros de sus compañeros, encontrar información biográfica de este dibujante es
complicado por un trabajo llevado casi desde el anonimato. Es fácil suponer que
estos dibujantes no lo tuvieron nada fácil.
Su realismo está lleno de colores ocres y pardos, de hombres
jóvenes y fornidos que se dejan atar, sufriendo erótico castigo.
Go Hirano
Otro del que apenas se puede aportar información a no ser
que digamos que empezó a publicar con ese nombre allá por la friolera del año
1963.
Por una vez encontramos a un ilustrador que no se
especializa en dibujar cuerdas y se conforma con el folleto sin más en plan
realista. Lo que no es nada realista es como dibuja las pollas, que de esos
calibres en Japón no se ve ni una. Además, tuvo un plus de valentía artística
al dibujar parejas interraciales.
Minoru Toyama
Biografía imposible de encontrar, pero sus dibujos debían
estar aquí por su masculinidad y esos pelos no tan habituales en el mundo de la
ilustración gay japonesa, porque esos dibujos son los que más molan; los que
van vestidos de japoneses.
Sadao Hasegawa (1945 – 1999)
Uno de los dibujantes más originales que ha tenido Japón en
el arte gay que además es capaz de manejar estilos y técnicas distintas sin
bajar nunca del sobresaliente.
Sin renunciar al pop y al orientalismo más kistch, trabajó
en casi todas las revistas que se dedicaban al tema y siempre reconoció que “No
quiero hacer otra cosa más que pintar hombres desnudos”. Y voy yo y por joder,
pongo un desnudo de mujer, pero es que me fas-ci-na esta obra.
Hideki Koh (1955-)
Artista de filigrana, es muy característica en su obra el
dibujo a lápiz que mezcla con uno o dos colores y de resultado estético espectacular...
Aunque vayan vestidos de geishas, sus jóvenes lánguidos son
eso; chicos. Y por eso pongo una ilustración donde se ve una colita, porque sino
no se distingue.
Moku (1973-)
Los mismo te dibuja un fistfucking que un tierno y lenguado
beso de amor, su arte está en la línea del comic de la que no se separa ni
cuando hace obras únicas.
Naomichi Okutsu (1976–)
Acabo con el más joven al que podemos considerar casi un
ilustrador fabulista por cómo utiliza los colores. También por ambición, riesgo
y discurso propio, es al que más podemos considerar “artista” en todos los
sentidos y lejos del mundo del comic.