miércoles, 14 de noviembre de 2018

Los autores más importantes en la ilustración gay japonesa






Iwao Iwata (1974-)

Jovencísimo ilustrador especializado en dibujar bestias hipermusculadas a las que no les cabe la ropa. A nuestro país (si no me equivoco) no ha llegado nada de su obra, puede porque se parece demasiado al trabajo de otros de sus colegas. Pornografía en sus dibujos, cero, sólo posados.


Jiraiya. (1967-)

Sin duda la edición de alguno de sus álbumes por estas tierras lo han convertido en el más famoso. Hombres rotundos, unas veces peludos y otras de músculos brillantes. Unas veces con apariencia oriental y otra más occidental, unas veces más realista y otras más cómico.



Fuera del armario públicamente (ojo que esto en Japón tiene su mérito) se ha convertido en una de los creadores más reconocibles por el público no especializado. En sus cómics abunda la dominación soft y unas pollas como garrotes de pelea,


Kenya Shimizu (1976-)

Chavalín que empezó en el 2000 y se hizo famoso por su serie sobre los samuráis, jóvenes desnudos, tatuadísimos de colores rotundos. A mí me fallan un poco las caras, por eso prefiero ponerte esta alucinante en la que el niño está de espaldas.




Go Mishima (1924 – 1988)

El bueno de Go es un pionero porque empezó a publicar ilustraciones claramente gays a principios de los setenta. Murió alcoholizado y demasiado pronto para que se reconociera su mérito.


Cómo la mayoría de sus compañeros disfruta dibujando bondage y dominaciones varias. Sus tipos son japoneses claramente, no como pasa en otras ramas de la ilustración japonesa, que se pirran porque parezcan occidentales.



Tatsuji Okawa (1904-1994)

Como ocurre con otros de sus compañeros, encontrar información biográfica de este dibujante es complicado por un trabajo llevado casi desde el anonimato. Es fácil suponer que estos dibujantes no lo tuvieron nada fácil.



Su realismo está lleno de colores ocres y pardos, de hombres jóvenes y fornidos que se dejan atar, sufriendo erótico castigo.


Go Hirano
Otro del que apenas se puede aportar información a no ser que digamos que empezó a publicar con ese nombre allá por la friolera del año 1963.


Por una vez encontramos a un ilustrador que no se especializa en dibujar cuerdas y se conforma con el folleto sin más en plan realista. Lo que no es nada realista es como dibuja las pollas, que de esos calibres en Japón no se ve ni una. Además, tuvo un plus de valentía artística al dibujar parejas interraciales.




Minoru Toyama

Biografía imposible de encontrar, pero sus dibujos debían estar aquí por su masculinidad y esos pelos no tan habituales en el mundo de la ilustración gay japonesa, porque esos dibujos son los que más molan; los que van vestidos de japoneses.




Sadao Hasegawa (1945 – 1999)

Uno de los dibujantes más originales que ha tenido Japón en el arte gay que además es capaz de manejar estilos y técnicas distintas sin bajar nunca del sobresaliente.



Sin renunciar al pop y al orientalismo más kistch, trabajó en casi todas las revistas que se dedicaban al tema y siempre reconoció que “No quiero hacer otra cosa más que pintar hombres desnudos”. Y voy yo y por joder, pongo un desnudo de mujer, pero es que me fas-ci-na esta obra.




Hideki Koh (1955-)

Artista de filigrana, es muy característica en su obra el dibujo a lápiz que mezcla con uno o dos colores y de resultado estético espectacular...




Aunque vayan vestidos de geishas, sus jóvenes lánguidos son eso; chicos. Y por eso pongo una ilustración donde se ve una colita, porque sino no se distingue.




Moku (1973-)

Los mismo te dibuja un fistfucking que un tierno y lenguado beso de amor, su arte está en la línea del comic de la que no se separa ni cuando hace obras únicas.





Naomichi Okutsu (1976–)

Acabo con el más joven al que podemos considerar casi un ilustrador fabulista por cómo utiliza los colores. También por ambición, riesgo y discurso propio, es al que más podemos considerar “artista” en todos los sentidos y lejos del mundo del comic.



viernes, 2 de noviembre de 2018

TIM WALKER RECREA EL JARDÍN DE LAS DELICIAS A TRAVÉS DE SUGERENTES FOTOGRAFÍAS





El pintor holandés Jheronimus Bosch -conocido como "El Bosco"- quiso reflejar las tentaciones y pecados humanos en su famoso cuadro. El famoso fotógrafo de moda Tim Walker ha representado este universo con personas de carne y hueso.























“El jardín de las delicias” es una pintura enigmática y sugerente. El conocido e insinuante tríptico recrea momentos del paraíso, el cielo y la tierra.



Particulares criaturas a medio camino entre lo humano y la fantasía sucumben a los placeres, los pecados y el disfrute manteniendo relaciones entre ellos, comiendo fruta o retozando por el césped.






















 La admiración de Tim Walker por el pintor y esta obra le llevó a reinterpretar a través de su cámara su propia versión de este excitante jardín del deleite para la revista "Love Magazine."

Cinco días fue el tiempo que Walker necesitó para crear estas sensuales escenas en las que con un gusto exquisito la desnudez y carnalidad están muy presentes.



Para ello, el fotógrafo contó con la ayuda de la escenógrafa Shona Heath y la atípica e inquietante belleza de las modelos Anna Cleveland, Anne Lise Maulin y Melanie Gaydos entre otros.


Un potente equipo de maquilladores y estilistas completan el equipo que hizo posible que estas bellas y carnales imágenes se hicieran realidad.