DECIDIR LOS PENSAMIENTOS
Puede parecer algo extraño, estamos acostumbrados a escuchar
esa cháchara interminable en nuestra cabeza y no hacemos por decidir los
pensamientos que tenemos. Largos monólogos sobre cosas que nos incumben, pero
principalmente sobre las que no nos incumben.
Así es, opinamos sobre todo y sobre todos sin importar si
tenemos conocimiento de causa o es solo una vaga impresión. Nos enzarzamos en
desmenuzar lo que hemos visto o nos han dicho lo repasamos, diseccionamos,
interpretamos y juzgamos sin piedad
Nuestros pensamientos nunca paran, hacemos proyectos a corto
y a largo plazo, recordamos momentos felices y no tan felices, en una sucesión
ininterrumpida de imágenes y frases que aparecen de la nada.
Solemos creer que somos nosotros los que “pensamos” pero está
claro que los pensamientos aparecen sin haberlos llamado ¿entonces? ¿Quiénes
somos? ¿Ese que está pensando toda suerte de cosas que no le incumben ni
aportan nada a su vida? O por el contrario somos quien escucha la perorata
Reflexionemos un poco sobre la cuestión. Si somos el sujeto
pensante llegaremos a la conclusión de que nos odiamos profundamente, nos
maltratamos continuamente poniendo límites a nuestros sueños, criticando
nuestras propias acciones e incluso justificando las adversidades que acontecen
en nuestra vida.
¿Entonces? ¿Somos el oyente? ¿Somos quien escucha
pacientemente toda clase de cosas irrelevantes para nosotros, todo tipo de críticas
hacia nosotros mismos y hacia los demás?
En ese caso ¿porque seguimos escuchando cosas que no nos
interesan? ¿Porque no tomamos las riendas y pensamos aquello que sea agradable
para nosotros?
A estas alturas todos sabemos que los pensamientos y
emociones crean nuestra realidad. Esta es una gran revelación porque si eres
capaz de entender eso tienes que estar consciente de lo que pasa por tu
pensamiento.
No es fácil, lo sé, es un arduo trabajo de veinticuatro
horas al día, a veces te das cuenta de que estas empleando tu capacidad de
pensar en cosas erróneas cuando llevas un rato enredado en algo que no te
conviene.
Para en seco!!! No… no quiero pensar eso.
Cambia lo que estas escuchando en tu mente como cambiarías
de emisora de radio, sintoniza lo que es bueno para ti.
No diré que es sencillo, más bien es un hábito, una
costumbre, es ponerse en el papel de oyente, no te hables a ti mismo… escúchate
Quizás te preguntes como diantre se puede hacer eso y te
diré que es más fácil de lo que parece. El ho’hoponopono
Es una herramienta muy válida para
esto. Cuando te sorprendas sintonizando una “emisora” que no es de tu agrado
empieza a repetir las “palabras mágicas” como un mantra, en ese instante es
como si apagaras la radio… una pausa, unos minutos repitiendo lo siento, perdóname,
te amo, gracias y después puedes sintonizar otra cosa mejor para ti.
¿Te parece extraño? ¿Quizás una tontería? No me creas, pruébalo
¿qué te cuesta? Tu vida puede empezar a cambiar, pero mientras tanto, mientras
no veas “milagros” seguro que estarás en un estado de ánimo mucho mejor, veras
la vida como la quieras ver y eso te otorgara un gran poder.
Atrévete a probar
DECIDE TUS PENSAMIENTOS
RELATED angelescastell
No hay comentarios:
Publicar un comentario