domingo, 10 de diciembre de 2017

DESEO








Mi mente se carga de electricidad cada vez que mi Amo la posee. Sentir un estallido de mil pedazos con fuego y luz es una locura perversa que ansió cada segundo del día.
Compartir una noche con mi Amo y hermana, que todo lo que te rodea desaparezca y sentir sus pasos, su respiración, su tacto, su voz... Eso hace en mi interior que se cree una bola de tormento ardiente que lo deseo por momentos. Cada momento que él me regala hace que mi luz brille con intensidad. Ver ese orgullo en su mirada y su sonrisa en los labios es un honor para mí sentir que su pequeña Harumi Oyama le da vida y paz.



“Una noche especial en la Pastelería con mi Amo Jose Oyama y mi hermana Izumi Oyama. Estar en ese potro a la espera de mi Amo y que con su tacto todo lo que nos rodea desaparezca, es elevar a la séptima potencia mi deseo por él, Uff, gracias Amo por todo lo que a su lado obtengo. Dejarme volar con su tacto y soplido es conjugar todas las fuerzas de la naturaleza en mi interior y hacerlo brotar para usted. Hielo recubrió el horizonte, sin sonidos, ni caras ni cuerpos, solo oler su aliento y florecer como lo que soy su dulce Esclava, poseída por completo por aquello que Amo, su corazón ardiendo, sus órdenes en mi clavos ardiendo, no hay dolor no hay escozor, hay puro ardor y emoción por estar con sus besos marcados con total perdición en este lienzo que soy para vos mi Señor... Dulcemente me postro cada noche a sus pies contemplando su mirada malvada con sonrisa pícara, veo su felicidad y su amor hacia su pertenencia... Suya por completo hasta las mil muertes.. Su Harumi Oyama “




Llevar su marca, sentir mi collar y lo que representa es una ilusión de vida que incluso más allá de la eternidad será la vida en mi corazón. Gracias por darme esa vida Amo. Lo adoro, amo, venero y deseo cada segundo del día y cada vez con más intensidad.





sábado, 2 de diciembre de 2017

MITOS SOBRE EL SEXO



Aquí les dejo con un reportaje que creo que es de interés ya que el mundo del sexo es muy amplio. Espero sea del agrado de tod@s





El tema más interesante de las discusiones es, de lejos, tanto para quienes lo practican, así como abstencionistas forzados por la conciencia o las circunstancias, el sexo como fuente inconmensurable de historias y mitos “urbanos”, que se extienden rápidamente, como un virus, colocándose luego, más cómodamente, en la mentalidad colectiva.

Desde hombres apostrofados por “pensamientos” excesivos, demasiado a menudo y sin censura sobre el sexo, hasta la idea de que sólo el tamaño importa (o al revés, dependiendo de la situación), tonterías que pasan por verdades innegables del amor carnal (sólo porque las vehicula una muchedumbre considerable y estúpida al mismo tiempo), son extremadamente vastos y numerosos.

Las creencias populares se dirigen específicamente (aparentemente) a diferentes formas en que los hombres y las mujeres se relacionan con este aspecto fundamental de la vida, tales diferencias describen a los machos como criaturas primitivas, insensibles y obsesionadas con el sexo y a las damas como una especie superior, capaz de emocionarse y no sólo saltar del punto de vista hormonal ante la idea de un inminente polvo con el macho deseado.

Sin embargo, los estudios realizados en este sector muestran que las cosas no son tan polarizadas como parecen a primera vista y que, en determinadas situaciones, los lemas transmitidos de acuerdo a la afiliación al género de los protagonistas, no tienen mucho en común con la realidad.

*Aquí están algunos de esos “mitos” científicamente demostrados como inadecuadamente formulados... por lo menos*





1.-Las mujeres no piensan en el sexo igual que los hombres.

Por supuesto, a nivel de percepción general, los caballeros se declaran ganadores cuando se trata de tiempo dedicado a las meditaciones diarias sobre temas “sucios”. Hay la teoría súper conocida de que, cada siete segundos, un macho ordinario, potente o impotente, mediocre o semental, piensa instintivamente en el sexo y hechos adyacentes. Ciertas investigaciones refutan, sin embargo, este escenario exagerado, sin desmontar la hipótesis de que los hombres experimentan más a menudo fantasías y reflexiones eróticas en comparación con las mujeres.

Tras un análisis sociológico del 2011, en el que se les pidió a los representantes de ambos sexos mantener un diario de fantasías íntimas, se mostró que la testosterona “supera” al estrógeno, lo que significa que, a los caballeros la mente les vuela en esta dirección 18 veces al día, mientras que a las mujeres “tan sólo” 10. La misma investigación indica que el rendimiento no se le debería tan sólo a la afinidad masculina exagerada con respecto a la “copulación”, sino a la fuerte propensión de los machos a estar pendientes, mucho más que sus contrapartes, de la totalidad de sus necesidades biológicas (como, por ejemplo, el sueño o el hambre), que toman en cuenta igual de serio como lo hacen con el sexo.




2.-Las mujeres quieren tener menos parejas sexuales que los hombres.

El mito dice que los hombres podrían tener una “media naranja” diferente cada noche y aun así no se saturarían, sino todo lo contrario; mientras que las mujeres se conforman con un número limitado de parejas (tan sólo uno y basta, si fuera posible). En otras palabras, ellos están especialmente interesados en la diversidad mientras ellas en la estabilidad.

Los estudios muestran, sin embargo, que el problema es relativo, ya que, cuando se le pregunte cuántas mujeres desee tener, el hombre diga lo que se espere de él. La idea general del innato hábito masculino de desear parejas múltiples, será asumida automáticamente por el cerebro y presentado como deseo personal, manteniendo vivo el cliché popular y queriendo preservar indirectamente su aparente virilidad. En otras palabras, “no avergonzarse de ello”.

La situación cambia radicalmente, sin embargo, cuando los encuestados están “obligados” a dar testimonio de la verdad y sólo la verdad, conectados a un detector de mentiras, en cuyo caso los caballeros abandonan completamente su papel como verdaderos Don Juan, reconociendo sinceramente el deseo de tener mucho menos parejas, al igual que el indicado por las mujeres, a veces limitado sólo a... “una”.


3.-Las mujeres están interesadas en el estatuto mientras que los hombres en el sexo.




Se cree que el atractivo (físico) es lo que prevalece cuando un hombre se centra en el “mercado” para elegir a su pareja, la cual asocia, con carácter subsidiario, con buenos genes y descendientes sanos. Las mujeres buscarían, en cambio, no la perfección corporal, sino una situación económica potente, para garantizar el apoyo y la comodidad necesaria.

Pero frente al hecho consumido (de elegir su “media naranja” de una variedad de parejas potenciales), los estudios muestran que ambos géneros, no muestran interés de forma diferente en el sexo opuesto, dando preferencia al atractivo de los ingresos ... en un porcentaje casi igual.

Incluso si las cosas están bien definidas del punto de vista teórico, las personas se sienten prácticamente atraídas por muchas otras características de la pareja potencial de sus sueños y ésto no depende exclusivamente de la pertenencia al género.


4.-Las mujeres experimentan el orgasmo más rara vez que los hombres.




Incluso los teóricos más experimentados parecen apoyar el privilegio biológico del hombre para alcanzar el orgasmo más fácilmente que una mujer (que se encuentra a su lado o en la empresa). Hay, sin embargo, una particularidad de la manera distintiva (como frecuencia) en la que los dos gozan del clímax codiciado. Dicha confirmación, infortunada para las mujeres, se aplica a las aventuras de una noche, que satisfacen finalmente sólo un tercio del total de los que experimentan este tipo de relación casual. Decepcionante, se podría decir, ya que los hombres coronan con “éxito”, incluso cuando se trata de escapadas cortas, puramente carnales.

En caso de aventuras repetidas, las cosas parecen alentar en parte, ya que la mitad de las mujeres “alcanzan” el orgasmo y las noticias aún mejores llegan en el contexto de los compromisos a largo plazo, en los que las estadísticas pertinentes revelan que incluso pueden llegar al 79% en comparación con los hombres. Si bien es cierto que hay mucha margen de mejora, las proporciones no son, al fin y al cabo, tan negras como aparentan y las mujeres, con tan mala suerte como para no poder disfrutar, hasta el final, del amor.


5.-Las mujeres tienen menos relaciones pasajeras que los hombres.




Desde experimentos científicos rigurosos hasta “fabricaciones” divertidas (capturadas en vídeos famosos que se han convertido virales), con hombres fascinados por la presencia femenina sexy o consintiendo sin reservas las propuestas sexuales de los distintos desconocidos en la calle, toda evidencia parece sugerir que los machos no tienen ningún problema en iniciar o participar en una relación sexual pasajera, mientras que las mujeres son más conservadoras en este sentido.

Una de las primeras documentaciones llevadas a cabo en este plano de las relaciones humanas, indica que el 70% de los hombres aproximados por personas del sexo opuesto y edad cercana, respondió afirmativamente cuando se les tiraron los trastos, a diferencia de las mujeres, que han demostrado al 100% una perspectiva desinteresada en cuanto a probar la cama de un extranjero sospechoso que les invita “a tomar un café”.

Los científicos afirman, sin embargo, que las explicaciones no tienen tanto que ver con las predisposiciones genéticas, como con ciertos factores culturales determinantes. Por ejemplo, una mayor apertura con respecto a las propuestas indecentes se halla incluso entre las mujeres, pero sólo cuando están “cortejadas” por machos que les sean familiares.

Así que, en el caso del “sexo débil”, el rechazo sin previo aviso, no es por falta de “apetito”, sino en la mayoría de los casos por problemas de seguridad. Sin embargo, si éstos desaparecieran...

Asimismo, las diferencias de disponibilidad se desvanecen hasta la extinción, cuando se les pregunta a los “dos bandos” si pasarían o no la noche en compañía de una de sus celebridades favoritas.


6.-Las mujeres son más caprichosas que los hombres.



Acerca de las infinitas demandas femeninas, que los hombres invocan, a menudo, para justificar el celibato, los analistas dicen que son más circunstanciales que tributarias a la estructura del comportamiento femenino.

A raíz de las encuestas realizadas, se demostró que las personas son generalmente mucho menos exigentes cuando dan el primero paso y por lo tanto muy exigentes cuando están en condiciones de ser aproximados.

A partir de esta explicación y teniendo en cuenta que, tradicionalmente, la iniciativa perteneció al hombre, se puede entender por qué las damas “consiguen” alzar el nivel de sus propias expectativas a una altitud tan “vertiginosa” para los que las rodean.


Más exactamente... es una cuestión de “oferta y demanda”.