martes, 9 de enero de 2018

Nobuyosi Araki y su universo fotográfico: entre la perversión y la excelencia





Entender otras culturas es algo tan apasionante como complejo. Es posible que si no interiorizamos desde la cuna las sutilezas, incoherencias, usos y costumbres culturales de una región caigamos en el error de juzgarlo desde la perspectiva que nos ofrece la nuestra.

Nobuyoshi Araki ha sido capaz de contrariar a culturas propias y ajenas, con solo una fotografía de un desnudo integral de una mujer atada la sociedad japonesa se escandalizaría por la visión del aparato reproductor y, aún más, del pelo que lo cubre, la cultura occidental condenaría la visión de una mujer atada, el mundo anglosajón seguramente lo vería inmoral y la cultura musulmana condenaría a la mujer que se ha prestado a hacerse la fotografía.

La verdad es que todos estos estereotipos culturales pueden responder, o no, a los motivos que han llevado a convertir a Nobuyoshi Araki en uno de los fotógrafos más controvertidos en el mundo.



*Araki trabajando con distintos sistemas fotográficos

Sus inicios
Araki nació en 1940 en Tokio, concretamente en una pequeña localidad obrera en la margen Este del Río Sumida; Shitamachi. Con 23 años se graduó en fotografía y dirección de cine en la Universidad de Chiba, poco después presentó un proyecto fotográfico llamado Satchin que le hizo ganar el prestigioso premio Taiyo.

Realiza su primera exposicón personal en el edificio Shinjuku Station de Tokyo. Sus primeras fotografías no era eróticas, ni hablaban de mujeres o BDSM, se trataba en su mayoría de mendigos y gente pobre que encontraba en los alrededores de su ciudad, en barrios muy deprimidos y marginales como Minowa.




*Primeros trabajos de Araki en las calles de su barrio

En esa primera época está interesado en contar el día a día de su entorno más cercano, a modo de crítica social y política, es sin duda su obra menos conocida.

Tras el éxito de sus primer proyecto consigue un trabajo en una prestigiosa agencia publicitaria: Dentsu, allí conoce a Yoko con quien se casará poco después y quien se convertirá en su mejor modelo, en su alma gemela, creo que no exagero si digo que es su alma mater en su trabajo y álter ego en la vida. Yoko viene con sorpresa y la familia se amplía con Chiro, un precioso gato que acompañará a la pareja en sus aventuras. Esto supone el primer punto de inflexión en su carrera y comienza su etapa más productiva.




*Araki y su mujer Yoko. Del libro "A sentimental Journey"

Kinbaku, sexo y denuncias en su etapa más frenética

Yoko se convirtió en la mejor musa del fotógrafo, su inclinación sexual le abrió un mundo desconocido y apasionante que le ayudó a llegar a disparar hasta 80 carretes fotográficos por día.



*La musa de Araki, su mujer Yoko, atada para su libro "A sentimental Journey"

"El kinbaku (hacer nudos con cuerdas) es diferente del BONDAGE. Ato a las mujeres porque sé que sus almas no pueden atarse. Sólo lo físico puede atarse. Poner una cuerda alrededor de una mujer es como rodearla con el brazo

En 1970 se auto-editó un libro, decidió darlo a conocer de la manera más pragmática: enviándolo por correo a diferentes amigos, a críticos de arte y a gente desconocida que podía estar vinculada o no al mundo del arte y la fotografía y que elegía al azar de la guía telefónica.



*Yoko posa para el libro "Senchimentaru", 1971

En 1971 presentó la colección privada "Senchimentaru" ("Un viaje sentimental") un trabajo sin mayor (ni menor) pretensión que la de contar su día a día. Con una estética sencilla que parece casual e incluso insulsa está compuesto por imágenes de su mujer, paisajes urbanos que y fotos que en realidad esconden una potente intención comunicativa que dan sentido a una de sus citas más célebres: "Quiero hacer fotos que permanezcan incompletas"




*"Senchimentaru", Araki 1971

Aquellos años no solo fueron fantásticos para sus imágenes, sino que también sirvieron para edificar lo que se convertirá en su legado, en 1974 colaboró activamente en la creación de la Escuela-Taller de Fotografía,en el 76 inauguró la Escuela Araki y realizó una exposición con sus estudiantes llamada "Walking through Tokyo".
"Lo que capturo es el tiempo más que el espacio"



*Yoko atada y suspendida. Araki.

Las fotografías de Araki son muy explícitas, son habituales las imágenes de mujeres desnudas con las piernas abiertas, colgando de cuerdas o atadas en posiciones supinas, aún así, la escasa presencia de los gentales masculinos alejan a sus imágenes de las connotaciones falocéntricas, e incluso falocráticas me atrevería a decir, que de manera casi unánime monopolizan la industria del porno. Precisamente en esta clase de género es donde Araki encontraría un notable primer gran fracaso en su carrera. En 1981 constituyó la "Sociedad Araki" y dirigió una película porno llamada High School Girl Fake Diary que no gustó ni a los seguidores del fotógrafo ni a los amantes del cine porno.

En un esfuerzo por educar en el arte del Kinbaku y alejarlo de la concepción occidental del Bondage, crea un libro titulado "Kinbaku-bi", una colección de tres libros que, como no podía ser de otra manera, se presentan (en la edición de Taschen) atados.
"Hay una atmósfera confusa alrededor del sexo que me gusta"
La rotundidad de sus imágenes le llevó a varias denuncias, en una ocasión en 1992, fue condenado a pagar 30.000 yenes por misoginia y conducta desordenada. Cuesta entender que un país que permite la matanza masiva de delfines, que ha diezmado la población de atunes rojos o que celebra la fertilidad en su Kanamara Matsuri haciendo verdadera apología al pene, condene con tamaño gesto el Kinbaku que, al igual que el Sumo, es una disciplina tradicional que practican dos personas adultas de manera consentida.
“Todas las mujeres que me rodean, todas las que se ponen frente a mi cámara… Son diosas”


*Araki realizando atadura "Teppou" a una modelo.

Esta etapa le consolidó como autor y le aupó al Olimpo de los grandes maestros de la fotografía. Su obra no dejaba indiferente a nadie.

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