domingo, 9 de diciembre de 2018

LA TUMBA DEL BIEN DOTADO PARA MAYORES DE 18 AÑOS EN PARÍS







Nunca subestimemos al erotismo o a la libido; el deseo sexual puede despertarnos en cualquier lugar y en cualquier momento, hasta en un cementerio.



París que, entre otras muchas cosas, es famosa por sus catacumbas y sus cementerios góticos, tiene una gran tradición con lo relacionado a la muerte y a la arquitectura y la escultura mortuoria.


En sus suelos hay enterradas personalidades de la talla de Oscar Wilde o Edith Piaf pero, de entre todas las tumbas que en la capital francesa se albergan, hay una que destaca sobre las demás por razones obvias y que saltan a la vista (y un ojo si os descuidáis), la de Víctor Noir.

Víctor Noir fue un famoso periodista francés que murió a tiros, en circunstancias confusas, a manos del príncipe Pierre Bonaparte.


Su figura y su fallecimiento provocaron graves consecuencias políticas en 1870; el funeral multitudinario que tuvo, fue debido a la indignación popular que causó la absolución de su asesino.

En honor a su memoria, el escultor Jules Dalou creó una realista figura de bronce que colocaron sobre su tumba ubicada en el Cementerio Père-Lachaise.


 Con el paso del tiempo, la escultura de Noir, es más conocida por el prominente bulto de su pantalón que por la figura del periodista.

El paquete de Víctor se ha hecho tan popular, que existen miles de leyendas relacionadas a la fertilidad en torno a él; algunas dicen que colocar una flor en el sombrero de copa girado hacia arriba después de besar la estatua en los labios y frotar su área genital, aumentará la fertilidad.

 Otras, dicen que ese erótico ritual traerá una vida sexual feliz o un esposo en el transcurso del año; como resultado de años de frotamiento, el área alrededor de sus genitales se ha gastado y brilla mucho más en comparación con el resto del bronce verdoso; la reveladora mancha parece el fluido producto de los insistentes tocamientos.

 El asunto que se fue de las manos (en sentido literal y figurado), provocó que se cercara la tumba para evitar restregones y escenas necrófilas hasta que, la presión popular y las ganas de arrimar hicieron que la cerca fuera retirada.


 Hasta la mismísima actriz estadounidense Dita Von Tesse, la reina del burlesque y del erotismo, quiso comprobar cómo calzaba Noir y documentó la cabalgada.

No sabemos qué opinar al respecto, pero lo que nos parece realmente poderoso no es el bultaco de Noir, sino la fuerza que pueden llegar a tener el folclore, los mitos, las leyendas y la fe...y más cuando se trata de pasar un buen rato.





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