El mundo onírico es la representación de nuestros deseos y
miedos; una válvula de escape de la monotonía; isla remota de los solitarios; musa
para los artistas. Cuando nuestra vida empieza a tornarse gris, los sueños se
vuelven salvavidas, con los cual podemos proyectar nuestros anhelos más
profundos y esconder las fobias más macabras. Este mundo surrealista, poético y
profundo, es el inspirador de muchas obras de arte, y la fotografía de la
portuguesa Heloisa Medeiros es un claro ejemplo.
La fotografía surrealista no es algo nuevo, lleva algunos
años gestándose, pero ha sufrido un abuso que sucede mucho en en la actualidad:
el exceso de retoques y uso de elementos digitales. Por lo que el proyecto de
Medeiros nos recuerda que la fotografía es experimentación de campo, aunque
tampoco está exenta del uso de la tecnología digital; sin embargo, su propuesta
visual va más allá.
El discurso fotográfico de Medieros es una deconstrucción de
los sueños; forma escenas con elementos difusos y oscuros, y juega con las
luces y las sombras; cada imagen tiene su narrativa, su universo. Recordemos
que el arte siempre no hace experimentar algo, debe crear una sensación de
gozo, de incertidumbre o incluso de repulsión.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGqO70MTZC6bTzIDaw_IyDY6YSvnp-R5Sn7YiSmqa92vaR0UYIhmLFQIrEQiMk1n58xnP0mw5pKZAnvMusVskIjWsOAKToyB9hxaqrqR-S8qeGDma4WnIhsJms1teFi5z_T_zL_lSsMzg/s320/imagenes-surreales-heloisa.jpg)
Etéreo y onírico es como Medeiros define su estilo, además
de plasmar sus deseos e inquietudes como partícipes de los encuadres y la
composición. Sus fotografías provocaron una reflexión sobre cómo interpretamos
nuestras fobias y deseos, de cómo sucumbimos a ellos y los enfrentamos; su
discurso es sublime, y cada uno de los personajes están en duelo con sus
miedos.
En otras más se observa el enfrentamiento contra la soledad,
la claustrofobia o la agorafobia, auras perturbadoras en las que la mujer
experimenta tensión y terror. Sus imágenes se contraponen a la idea de la
felicidad, pues “El arte se asemeja a la vida y también debería estar
representado por el miedo y la soledad”, menciona la fotógrafa.
La estética y el estilo es notable en cada uno de sus
retratos, en los que existe un juego de luces y sombras que llegan a crear una
especie de “relieve”, el cual hace que la fotografía cobre vida; entre lo
romántico y lo espeluznante, entre lo armónico y lo caótico, entre lo análogo y
lo digital. El estilo de Medeiros es tan único que hace que podamos ver a
través de sus ojos el mundo desde su perspectiva, lleno de los miedos más
hermosos
La fotografía es una de las artes más expresivas y
sorprendentes que existen, pues es capaz de capturar en una imagen la belleza y
lo desagradable, el amor y el desamor, el deseo y el rechazo, etc., por ello,
descubre cómo entender la lujuria de la adolescencia en 25 fotografías de emociones
y penas.
Por Alfredo Álvarez febrero 13,
2017
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