Un día buscando qué significado tenía el color azul en las rosas, porque siempre han sido junto las rosas rojas terciopelo mis favoritas, encontré que viene a significar la pureza de sentimientos, entrega, plenitud, pasión, confianza, conocimiento y amor... amor distinto fuera de los estereotipos.
Según los
victorianos, que promovían la floriografía, el lenguaje de las flores, las
rosas azules representan el misterio o el intento de alcanzar lo imposible.
La rosa azul
cuenta con una amplia gama de simbolismo en el folclore y la cultura popular.
El primer uso conocido de un símbolo de la rosa azul fue por el poeta alemán y
filósofo Novalis, cuyo último trabajo fue un poema titulado "La Flor
Azul" en el cual las flores florecientes azules representaban un deseo
metafísico de luchar por el infinito, el amor y lo inalcanzable. La magia y el
misterio que rodea a la rosa azul ha sido presentado en el cine, la televisión,
el arte y la literatura. El simbolismo parece estar limitado sólo por la
imaginación, ya que las metáforas de la rosa azul han oscilado entre el engaño
y el secreto hasta el humor e incluso el armamento.
Por lo que he
podido averiguar en el BDSM, es un símbolo que se ha colado sin que nadie se
haya dado mucha cuenta de ello, sin saber muy bien ni el cuándo ni el cómo
ocurrió esto. Hay que señalar que es un símbolo muy reciente.
¿A qué se
debe esto? Pues bien, para empezar las rosas azules no existían en la
naturaleza, pese a muchos esfuerzos de floricultores de todo el mundo, nunca se
había logrado crear una rosa completamente azul, su color era un tono lila.
Pero en torno a 2.004, empresas australianas y japonesas crearon genéticamente
una rosa azul, hasta ese momento las que se podían encontrar eran rosas blancas
teñidas de azul.
A pesar de
ello si podíamos encontrarnos leyendas en torno a esta rosa. Precisamente fue
su inexistencia, su imposibilidad de ser hallada en la naturaleza, le confirió
un aire de lograr lo imposible, y siendo una rosa, pues, un amor imposible o
como decía fuera de los estereotipos.
Tal vez todos
sus significados, junto con el valor como símbolo de lograr hallar lo
inexistente, el paraíso perdido, lo que hizo que se empezara a asociar con la
sumisión.
He de decir,
que mientras lo investigaba, han sido muchos los que han asociado la rosa azul
a la sumisión y en ningún lado he encontrado quien argumentara lo contrario.
Muchas sumisas se identifican con esta rosa y desean que su Señor le entregue
una como símbolo de sumisión, como algo que deban ganarse.
*La flor azul
bien puede definirse como una biografía novelada; una novela exquisita
ambientada en la Sajonia del siglo XVIII, durante la época inmediatamente
posterior a la Revolución Francesa en la que Fitzgerald narra la historia del
gran escritor alemán Friedrich von Hardenberg —Novalis, un poeta clave del
Romanticismo alemán que inmortalizó la flor azul (*) como símbolo del amor, el
destino, la eternidad—, antes de convertirse en Novalis, y el gran amor de su
vida, la pequeña Sophie von Kühn. Pero lejos de seguir las estructuras típicas
de la biografía centrándose en el protagonista, la autora teje un delicioso
universo de personajes que va mucho más allá de la historia de amor concebida
como eje argumental de la obra. Y es precisamente en la construcción de ese
entramado humano donde el genio de Penelope Fitzgerald alcanza las más altas
cimas narrativas.
Se trata de
una historia romántica, sí, pero también de una historia de contrastes donde el
mundo poético convive sin chirriar con un mundo real en que se hace la colada y
se despluman gansos; donde el origen aristocrático, la exquisita educación y el
carácter espiritual de Fritz se encuentran con el temperamento de Sophie,
llano, afable, mucho más simple. Además, la aparente sencillez de la novela
estructurada en 55 brevísimos capítulos (y un epílogo) no es tal, pues no se
suceden de manera lineal. Cada uno de ellos representa un instante, una
emoción, un momento concreto cuyo enfoque se desplaza constantemente. Pero no
os asustéis, además de una novela deliciosa, sutil, agridulce e intensamente
conmovedora, es muy fácil de leer y nos abre las puertas del fascinante
universo del Romanticismo alemán y la azarosa vida de uno de sus genios, el
gran poeta Novalis.
(*) El poeta
alemán Novalis, inspirado por una pintura de su amigo Friedrich Schwedenstein,
fue el primero en usar este símbolo romántico
en su novela Heinrich von Ofterdingen; obra en la que, el joven
Heinrich, su homónimo en la misma, sueña que mientras pasea por un paraje
extraño encuentra una misteriosa cueva donde crece la hermosa flor azul que no
logra olvidar.
LA ROSA AZUL
DE NOVALIS
MICRORELATO.
La mayor
obsesión de Novalis fue la rosa azul, símbolo de la belleza inefable. Durante toda
su vida la buscó, convencido de que la poesía y el amor eran los únicos caminos
para hallarla.
Sin embargo,
los años transcurrieron y la flor se mantenía esquiva, de manera que, cada vez
más, se sumía en la desesperación. Durante ese tiempo, Sophie von Kühn, el amor
de su vida, murió, haciendo su tristeza casi incontrolable.
Mientras
administraba las minas de Weissenfels, en 1801, la tuberculosis – la misma
enfermedad de su amada – se manifestó con fuerza. Postrado en la cama, la noche
del veinticuatro de marzo, tuvo un acceso de tos y de fiebre que no le permitió
dormir.
De pronto,
cuando estaba a punto de salir el sol, se produjo el milagro: la rosa azul
apareció. Flotaba sobre la cabeza de Novalis, rodeada de un halo tan brillante
que hería sus ojos.
Con el último
arresto de fuerzas, la tomó, sintiendo que su cuerpo era invadido por una
calidez reconfortante, mágica. En ese momento, pudo ver también a Sophie, que,
con una sonrisa dibujada en el rostro, lo esperaba…
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