22 de Octubre 2018… su cumpleaños Amo.
Hace días que vengo pensando qué decirle, qué escribir y me
está costando más de lo que creí. Y no es porque no tenga nada para decir, sino
quizás porque tengo demasiado. Y no quiero caer en el típico “feliz
cumpleaños”, o en el “felicidades por muchos años más”, o cantarle virtualmente
las mañanitas… Y no porque no le desee todo eso, sino porque quiero otra cosa,
que sepa cuanto lo respeto, venero, cuido, deseo y amo….
Me he entregado a usted Amo, porque siempre me ha respetado.
Primero como ser humano, luego como mujer y finalmente como sumisa. Por ese
motivo ha logrado que deposite en usted toda mi confianza y mi entrega.
Se introdujo en mi mente y en mi corazón desde el momento
que acepté ponerme bajo su cuidado y control, y así conoció mis anhelos, sueños
y pasiones.
Durante meses se mantuvo atento a mis reacciones, miedos,
necesidades, emociones y sentimientos de esclava. Sabe que con solo mirarme
puede dejarme desnuda ante usted, porque puede leer mi mente, mi corazón y ve a
través de mi alma como quien mira al fondo de un estanque cristalino.
Sé que quiere y respeta mi cuerpo, y que ve mi belleza en mi
inteligencia, mi mente, mi alma. Todo eso me da un brillo y luminosidad
especial cuando me convierto en su Esclava en el momento de la entrega.
Aún recuerdo aquella vez que me llamó “mi pequeña” por
primera vez, diciéndome que era su tesoro más preciado. Durante este año, mi
Señor ha cuidado mi cuerpo, mi mente y mi alma; mi integridad física y síquica
porque al confiar me deposito en sus manos, y allí está mi Amo para convertirse
en mi refugio.
Cada toma de usted sobre mi ha servido para elevarme en cada
escena, porque estoy segura de mi misma, fuerte y orgullosa de ser mujer y
sumisa, una esclava que espera la dominación de su Amo, a ese hombre fuerte y
controlador al que le ofrezco mi sumisión, mi honestidad, confianza y
fidelidad.
Yo me entrego, pero mi Señor también lo hace abriéndome cada
vez más su alma y su corazón, esperando que su pequeña flor adivine sus deseos
y esté a su disposición y a su orden como lo está una esclava de su Amo
Durante este tiempo le he ofrecido mi mayor tesoro: mi
entrega para que me domine con plena conciencia de mi parte, y agradezco que
acepte haciéndose responsable con la alegría y la humildad de un gran hombre.
Mi Señor, cuando me arrodillo ante usted por propia
voluntad, usted me domina. Sé que así, agachada, arrodilla, postrada ante mi
dragón, me convierto en el más grande de los tesoros para mi Amo, porque lo que
se ofrece libremente no puede comprarse ni tomarse por la fuerza…
Su pequeña le desea un feliz cumpleaños lleno de paz y amor…
Harumi Oyama
No hay comentarios:
Publicar un comentario